Uno de los mayores desafíos actuales y en el que los docentes, las familias y la comunidad tienen corresponsabilidades, es el de lograr que la escuela se transforme en un entorno protector de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Son múltiples y diversos los problemas derivados del contexto que impactan a niños y niñas, y que influyen en sus trayectos escolares. La escuela debe estar atenta, reconocer y derivar a las organizaciones competentes los casos de niños y niñas que estén potencial o realmente perjudicados en sus posibilidades de educarse. La noción de entorno escolar protector rechaza toda práctica de carácter expulsor y/o discriminador y considera a la escuela como un ámbito socializador de la infancia de alta relevancia, junto a las familias. En tal sentido, se deben incorporar articulaciones efectivas con otros organismos locales con competencia y responsabilidad en torno al desarrollo de la infancia.
DURO, E | NIRENBERG, O Un camino para mejorar la calidad educativa en escuelas primarias Segunda edición
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